miércoles, 8 de febrero de 2012

MIEDO AL COMPROMISO

CAUSAS DEL MIEDO AL COMPROMISO

 las causas del Miedo al Compromiso:

Me atrevería a asegurar que todos, en algún que otro momento de nuestra vida, hemos experimentado el miedo al compromiso. Ya sea antes de casarse, de firmar un contrato o de pedir una hipoteca. De cierta forma este sentimiento de aprehensión es normal ya que percibimos que, de alguna que otra manera, estamos coartando nuestra libertad. ¡Y es así! Usualmente cuando nos comprometemos con algo o alguien, estamos limitando nuestra libertad en algunos aspectos pero los beneficios (materiales en el caso de un puesto de trabajo o emocionales en el caso de la pareja) bien valen la pena.

Además, casi siempre el compromiso implica ir un paso más allá del círculo de comodidad que nos hemos construido. El compromiso casi siempre implica un cambio y todos tenemos cierta resistencia al mismo. Sin embargo, existen personas que sobrepasan los niveles de temor considerados normales y casi llegan a sentir una verdadera “fobia al compromiso”.

Este miedo llega a convertirse en una actitud ante la vida, dando lugar a una persona que rehúye constantemente de sus responsabilidades y tiene pavor a comprometerse, lo mismo con una causa social que con una relación de pareja. En cierta medida, este tipo de actitud recelosa y conservadora está determinada por una educación demasiado protectiva y permisiva. Cuando la persona ha crecido disfrutando de una sensación de bienestar casi permanente a cambio de casi nada y con muy pocas obligaciones y restricciones; es muy probable que desee mantener este estado de cosas también en su adultez.

Por ello, muchos jóvenes de hoy en día vivencian un gran miedo al compromiso e incluso no desean hacerse responsables de su propia autonomía, ya sea física o emocional. Indudablemente, tener a otra persona que se haga responsable por ellos es mucho más cómodo que asumir las riendas de la vida, equivocarse y pagar por los errores.

Detrás del miedo al compromiso se esconde esencialmente una gran brecha entre las demandas del medio y los recursos psicológicos de la persona. Es decir, la persona que no desea comprometerse vivencia la situación como desbordante y no sabe cómo hacerle frente. Por ende, elige la solución más sencilla: escapar a su círculo de comodidad.

Quien teme al compromiso es esencialmente una persona insegura, que no confía en sus capacidades o que ni siquiera las conoce. Por supuesto, si toda la vida alguien ha resuelto los problemas por nosotros, ni siquiera sabremos que somos capaces de resolver una situación problemática.

Otra peculiaridad psicológica que caracteriza a la persona que no desea comprometerse es la falta de iniciativa y de coraje. Todos tenemos miedo al cambio, a comprometernos con ciertas situaciones y dudamos de nuestras potencialidades pero al final logramos vencer estas barreras. Sin embargo, quien tiene miedo al compromiso no es capaz de lanzarse en esa nueva aventura y prefiere quedarse con lo que ya conoce.

La mezcla de miedo al cambio y al fracaso, la inseguridad en las potencialidades personales, el escaso conocimiento de sí mismo y una actitud conservadora son los factores que se conjugan y se convierten en causas más o menos directas del miedo al compromiso, sea cual sea el ámbito en el cual este se manifieste.

Sin embargo, debemos recordar que el miedo al compromiso tarde o temprano se convierte en un obstáculo para lograr nuestro desarrollo como personas y para alcanzar nuestras metas y sueños. Todo objetivo que realmente vale la pena demanda grandes dosis de pasión y compromiso.

Así, el miedo a comprometerse al final se convierte en miedo a la vida.

3 comentarios:

  1. Interesante, me pregunto si hay algún instrumento tipo cuestionario, que esté validado y que permita valorar el grado de miedo al compromiso y su posible desviación de la normalidad. Sin llegar al terror extremo, la precaución para prevenir el quedarse atrapado en un situación perjudicial es algo que me parece natural, un instinto atávico de supervivencia, algo adaptativo. Pero sí es cierto que hay el éxito depende de gestionar inteligentemente ese miedo lo suficientemente bien como para arriesgarse cuando la situación lo valga.

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  2. Tambien están por ejmplos los riesgos muy notorios de posteriores divorcios... que no salen especialmente baratos... (hipotecas, hijos, juicios, custodias) ... no es igual que hace décadas ... por lo que hay que pensarse muy bien con quien y sobre qué nos comprometemos...

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  3. Estoy de acuerdo contigo! por eso es tant importante que estemos bien con nosotros mismos de esto dependerà nuestra elección de pareja. Si tenemos la autoestima baja elegiremos desde la necesidad pero si estamos bien elegiremos desde la autonomia.

    y una parte de nuestro bienestar depende de quien escojamos, porque vamos a pasar muchas horas con esta persona, y queramos o no su manera de ser va influenciar en nuestras vidas.

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